Sé que has invertido tiempo y esfuerzo, he incluso dinero tratando de vender tus cosméticos o suplementos alimenticios, pero quizás no estás ganando a final de mes lo que esperabas o incluso puede que no estés ganado nada de nada.

¿Te sientes frustrada porque no estás obteniendo un ingreso fijo como en un trabajo tradicional a pesar de todas las horas que trabajas en esto?

Sé lo que estás sintiendo. Cuando inicias en este mundo, la ilusión y el entusiasmo te invaden.

Sueñas con construir un negocio rentable, con la libertad de ser tu propia jefa y con la posibilidad de generar ingresos que te permitan vivir plenamente.

Sin embargo, la realidad puede ser dura.

Cómo no estás logrando los ingresos que esperas, empiezas a pensar que es más sencillo y seguro,  conseguir dinero en un trabajo tradicional, aunque seas una esclava trabajando 8 o más horas al día, con un jefe que te dice lo que tienes que hacer en cada momento y sabiendo que si no cumples en ese trabajo te puede despedir.

El problema no es el negocio en sí, sino la forma en que lo estás abordando.

Al entrar en el mundo de la venta de cosmética o suplementos alimenticios, estás entrando en el mundo del emprendimiento, no en el mundo de los trabajadores tradicionales.

¡Olvídate del intercambio de horas por dinero!

En el mundo laboral tradicional, intercambias horas por dinero. En el emprendimiento, tu éxito depende del valor que aportas al mercado y a tus clientes.

Entonces, piensa…Si no estás ganando dinero, es porque no estás aportando el valor suficiente.

Tu objetivo no es vender productos, sino solucionar problemas y mejorar la vida de las personas.

Imagina que una clienta busca hacer desaparecer sus arrugas. No le basta con que le ofrezcas cualquier producto, sino que necesitas comprender sus necesidades específicas: ¿qué tipo de piel tiene? ¿Qué resultados busca? ¿en que tiempo quiere lograrlos? ¿Ha probado otros productos anteriormente? ¿cómo le fue?

Basándote en esta información, puedes recomendarle no sólo una simple crema, si no un tratamiento que le ayude a minimizar esas arrugas y acompañarla en su proceso de compra.

Este tipo de atención personalizada y el valor que aportas a sus vidas son los que te permitirán fidelizar a tus clientes y generar ingresos estables.

¿Te sigues preguntando por qué no estás ganando dinero con esto? La respuesta, como te he dicho antes, es simple: no estás proporcionando el valor adecuado a tus clientes.

Es posible que estés ofreciendo tus productos a las personas equivocadas, que no te necesitan.

También es posible que lo que ofreces no cubra sus necesidades y además no hayas averiguado cómo satisfacerlas.

O que perciban que hay mejores opciones en el mercado.

Pongamos otro ejemplo: Una clienta busca perder peso.

No le basta con que le vendas cualquier producto, sino que necesitas comprender su estilo de vida, porqué ha llegado a ese estado, a donde le gustaría estar en unos meses y su estado de salud, por ejemplo.

Basándote en esta información, puedes recomendarle el suplemento adecuado y asesorarla sobre cómo tomarlo para obtener los mejores resultados.

Al ofrecer este tipo de valor añadido, te conviertes en una asesora de confianza para tus clientes, y ellos te recompensarán con su fidelidad, más y mejores compras además de ser recurrentes.

¡No te rindas! El camino del emprendimiento no siempre es fácil, pero con la estrategia adecuada y la actitud correcta, puedes alcanzar el éxito que tanto anhelas.

¿Estás lista para transformar tu negocio y convertirlo en una fuente de ingresos estable y satisfactoria?

¡Yo puedo ayudarte! Te invito a participar en mi taller “Conexión Belleza”, donde te enseñaré cómo conectar con 100 personas a la semana, interesadas en tus cosméticos o suplementos alimenticios, tanto en el mundo real como en las redes sociales, por sólo 17€

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¡Te espero en el taller “Conexión Belleza”!

P.D. No olvides que el éxito en el emprendimiento requiere esfuerzo y dedicación. Sin embargo, con las herramientas y estrategias adecuadas, puedes alcanzar tus metas y construir un negocio rentable y gratificante.